Sin lugar a dudas, la tecnología ha venido a convertirse en un elemento, si no en el elemento, clave para conformar soluciones integrales que buscan, sobre todo en los últimos 18 meses, agilizar el mejoramiento de la calidad de vida de la gente lo que convierte al ecosistema de innovación social en un espacio fértil para la generación de oportunidades que fomenten el desarrollo de soluciones tecnológicas sociales de alto impacto.

 

La pandemia por Covid-19 ha venido a convertirse en catalizador para el aceleramiento de desarrollos que han generado soluciones integrales, principalmente, en salud, educación y comercio tanto el sector público como de la empresa privada; sin embargo, el campo de oportunidades de mejora es aún muy amplio.

 

Los procesos de Transformación Digital, desde hace ya un buen tiempo, se vienen realizando en los diferentes ambientes en los cuales interactuamos promoviendo una verdadera cultura de digitalización tanto en empresas privadas como en instituciones gubernamentales lo cual a venido a crear una creciente demanda de parte los usuarios por más procesos de trámite ágiles y digitales.

 

Lograr lo anterior requiere de un giro de mentalidad que nos lleve de pensar en ¿qué hay que hacer? a ¿cómo hay que hacer? y, aún más importante, ¿para quién hay que hacer? ¿quién será beneficiado cuando esta solución esté finalmente implementada?. Lo anterior permite lograr un importante acuerdo sobre el primer y principal objetivo de cualquier iniciativa de innovación social: Mejorar la Calidad de Vida de la Gente.

 

Cuando se integra el objetivo anteriormente mencionado a la transformación digital, surge el novedoso e interesante concepto de Transformación Digital con Propósito el cual asegura en la implementación de soluciones integrales un enfoque humano y social sin restar valor a los componentes técnicos y de infraestructura.

 

Es en los procesos de trámites de tipo gubernamental, especialmente, en donde se encuentran la mayor cantidad de oportunidades para levantar información, diseñar, integrar y poner a prueba soluciones de transformación digital con propósito que generen alto impacto positivo en la sociedad. Resulta especialmente importante y valioso que se fortalezca la integración gobierno – empresa privada en favor de la aplicación de soluciones que aseguren para los ciudadanos trámites más ágiles y con la menor exigencia posible de visitas a oficinas públicas.

 

El futuro de una cultura 100% digital en relación a los trámites con el gobierno es, a todas luces, promisorio; aunque es mucho el trabajo, sobre todo de sensibilización y alistamiento, que hay por hacer.